Es el bazar más famoso de Estambul, a distancia muy razonable de caminata desde la zona de la Mezquita Azul por ejemplo. Es gigante, muy fácil perderse en su interior; incluso las zonas que lo rodean son una especie de continuación callejera del mismo.
Creo que vale la pena visitarlo a pesar de qué muchas de sus tiendas no sean tan tradicionales como probablemente lo eran en otras épocas. Hay muchos locales de ropa de imitación o relojería tampoco original, etc. Quedan igualmente otros locales de telas, tableros de ajedrez, dulces, te, café, algunos condimentos, etc.
No todo es de buena calidad y todo debe ser regateado como indica la costumbre.
Es demasiado típico como para no ser recorrido, aunque no me parece lo mejor de esta gran ciudad.