BUENO: La isla es simplemente genial, tiene el tamaño justo. Es todo natural y salvaje. Solo tiene 18 cabañas (divididas en 2, ósea 36 habitaciones) camufladas entre la vegetación por lo que sientes que estás prácticamente solo. Únicamente coincides con gente en el restaurante, sobre todo a la hora de la cena. La comida variada y buenísima, los viernes es la noche maldiva y los martes hacen barbacoa. El hotel y la isla tienen un encanto espectacular, te sientes en el paraíso. Las cabañas son autenticas con tu playa privada. Todo lleno de cangrejos ermitaños por todas partes, lagartos, camaleones, murciélagos, garzas, cangrejos... y el propio arrecife del hotel es increíble. Cualquier sitio vale para hacer esnórquel pero nosotros hicimos como 3 zonas: 1. delante de la playa de las habitaciones 29-30-31 donde hay un pequeño espacio sin corales que atraviesas y vuelve a haber coral. 2. Desde las escaleritas del muelle hacia el este y 3. Desde las mismas escaleras pero hacia el sur con dirección al punto de tortugas "turtle point". Al final en los 3 casos tienes que seguir los palos que hay en el mar. Por supuesto vimos: tortugas, tiburones, pulpos, morenas, peces payaso, gusanos marinos gigantes, pez león, peces de colores de todo tipo y tamaños... En cualquier caso, el personal super amable y desde luego lo que hizo aun mas especial nuestra experiencia fueron 2 personas excepcionales: Susana (SU) y Ricardo del Dive Center. ¡Ambos chilenos y con muy buena onda! Cómo nos reímos y disfrutamos con ellos. Es gente que te saca una sonrisa con solo verles. Super profesionales y transmiten buen rollo. ¡Gracias a los 2 por todo! Lo pasamos MACANUDO en MAKUNUDU ¡Os echamos de menos! NO TAN BUENO: Nada. Todo perfecto. Lo único hacer un par de recomendaciones. 1. A nuestra llegada nos asignaron una habitación (la 30) genial todo pero al lado había una familia con ¡niños! ¿¡Niños molestando en el paraíso de las parejas?! La gente está loca. Si hasta a mi me preocupa si me pasa algo en medio de la nada ¿Cómo se les ocurre ir con niños? Niños gritando, jugando y llorando... al final se cargan el ambiente mágico y no disfrutan ni ellos, ni los niños ni desde luego el resto de huéspedes. Hay cientos de islas con instalaciones preparadas para niños, con piscina, zonas de niños, etc. Pero personalmente jamás iría con niños tan lejos. En cualquier caso, tuvieron el detalle de cambiarnos de habitación (la 21) y ya todo genial: paz y tranquilidad, lo que buscábamos. 2. La hora de la cena empieza muy tarde (20pm) y eso que soy español (el país que más tarde cena del mundo, alrededor de las 21-22pm) pero cuando estás de vacaciones en una zona tropical, te adaptas al sol y a las 6.30 pm ya es de noche por lo que la cena debería empezar a las 7pm y más cuando la mayoría de los huéspedes (por no decir todos) son europeos del norte donde cenan a las 18 pm. Todo esto provoca que todos los huéspedes vayan a la vez a cenar a las 20 pm y eso mata un poco el ambiente al estar todo el restaurante lleno, mucho bullicio, ruidos y en definitiva un pequeño caos que se puede evitar simplemente adelantando una hora la hora de la cena.…
Fecha de la estancia: abril de 2022Limpieza
Servicio
Calidad del sueño
Consejo sobre las habitaciones: Las más tranquilas y con mejores playas: 21 a la 24 y de 1 a la 6.
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