Este es el tercer hotel ibis donde me alojo y el título define mi sensación.
El hotel no está mal situado, a 10 minutos de la estación del tgv, y al ser un poco más barato que los ibis que están justo al lado de la estación pensé que sería por eso, por la distancia.
La habitación es estandar, lo esperado, estaba algo vieja, y es algo menor que otras donde me he alojado pero cabe resaltar la limpieza,que creo que es muy importante.
Entonces por qué me decepcionó? pues porque la habitación estaba en la planta baja y la habitación daba a la calle, de hecho el barrendero se asomó para nuestro susto. En fin, cortina echada todo el rato porque no podíamos dejarla abierta, y da una sensación de estar en un zulo terrible.
La habitación cuesta de normal 87 euros en fin de semana y 97 entre semana. Creo que la jugada de la ventana no hace justicia a los ibis, que para mí , hasta ahora, eran una apuesta segura.
Y menos mal que daba a una calle tranquila, porque claro, se oían coches, tacones.... en fin, una pena, mi fe ciega en los ibis ya no lo es tanto....