Me encantó el hotel a todos los niveles, excluyendo el del precio (es un poco caro, pero hay que tener en cuenta su ubicación, los servicios que ofrece y que Barcelona es Barcelona). Una atención impecable por parte de todo su personal (amabilísimos en todo momento,pendientes de que te sientas a gusto y de darte toda la información que puedas necesitar). La habitación preciosa, moderna, muy amplia y cómoda, con todo el espacio que necesitas para colocar y organizar tus pertenencias. El baño fantástico, ducha de hidromasaje, adminísculos variados (eché de menos albornoz y zapatillas, pero es algo de lo que solo se dispone en las habitaciones superiores), muchas toallas de todos los tamaños y de rizo gordo de las que secan bien. Caja fuerte grande en la que cabe todo, incluido el portátil, minibar, focos, luces directas e indirectas, para leer en la cama, una televisión de buen tamaño y multitud de canales, incluidos los de Canal Plus.
Las zonas comunes situadas en el primer piso del hotel, completamente aisladas de la calle, son preciosas, muy cómodas y agradables, y un sitio ideal para relajarse tomándose un café o un refresco, disfrutando del bufé y leyendo un rato.
El servicio de bufé que mantienen desde el mediodía hasta las doce de la noche, todo un puntazo, con el comedor preparado para disfrutar de él: sandwiches de varios tipos, zumos, refrescos, batidos, algunos dulces, frutos secos, ensaladas sencillas, ...; está tan bien que me pude permitir el lujo de cenar en el hotel todos los días de mi estancia. Del desayuno no puedo hablar (me imagino que estaría muy bien), porque no lo probé (me pareció un poco caro el precio, y hay muchos lugares alrededor donde poder desayunar de forma más sencilla y más asequible económicamente).
También hay en el hotel gimnasio y piscina, que yo no utilicé, pero que pueden ser perfectamente válidos para disfrutar y mantenerse en forma.
¿Y qué decir de su ubicación? A un minuto de la Plaza de Cataluña, perfectamente situado para visitar la ciudad: las Ramblas a un paso, la catedral, la Plaza Real y el Barrio Gótico a cinco, y el Paseo de Gracia con la casa Batlló y la Pedrera a la vuelta de la esquina literalmente.
Únicas pegas: que se oye un poco el paso de los metros, sobre todo en los pisos bajos (yo lo sentía desde el tercero), pero es algo perfectamente asumible, a lo que te acostumbras y ni notas, y de lo que adolecen todos los establecimientos hosteleros de la zona debido a donde están situados). Y que a mí me pareció un poco caro el hotel, y eso que por reservar con mucha antelación conseguí un precio bastante bueno, pero es que hay que tener en cuenta que Barcelona es en sí misma bastante cara.
A tener en cuenta también que desde la Plaza de Cataluña, situada a un paso del hotel, salen todos los autobuses, metros, ...que se necesitan para visitar la ciudad: el aerobús del aeropuerto para las terminales 1 y 2, los buses turísticos de todas las líneas, los autobuses de la ciudad, la parada de metro está allí mismo, un lujo.
En resumen, lo recomiendo al cien por cien, si quieres disfrutar de un buen alojamiento.