Hemos estado alojados un par de noches y la verdad es que ha sido una grata sorpresa. La habitación que habíamos reservado es la standard, al principio daba la sensación de ser pequeña porque al abrir la puerta no hay pasillo de entrada, te encuentras directamente dentro de la habitación. Pero tiene un tamaño correcto, además, los altos techos de unos 3mts de altura dan sensación de espacio.
Decoración moderna y funcional. Sólo tienen sintonizados 4-5 canales, en inglés y alemán, pero hay disponible DVD por si alguien quiere llevarse una película para ver por la noche.
El desayuno no es tan variado como un buffet libre de los hoteles españoles de 4*, pero hay más que suficiente para desayunar bien: un poco de fruta, te preparan una tortilla espectacular o huevos con bacon. También hay un par de tipos de queso y fiambre.
Además, se puede consultar internet gratis a la hora del desayuno.
Lo mejor, la amabilidad y simpatía del personal de recepción, nos recomendaron sitios estupendos para cenar o tomar un café.
La situación, se puede ir andando a cualquier parte y en 10 min estás en la plaza del reloj. Desde el aeropuerto el trayecto en taxi es de unos 20min y cuesta al cambio unos 28Eur (680 coronas checas).
Por poner un pero, a las 16h pasaban el aspirador, que parecía un reactor, por el pasillo y si has pasado a descansar y echarte una siesta, costumbre muy española, ...pues como que no.
Ofrecen masajes, pero no lo probamos.