Es un lugar para disfrutar en cualquier momento del año, fuimos hace un par de semanas, y el mar nos recibió con noctilucas, ofreciendo un espectáculo casi surrealista. El complejo está ubicado a una cuadra de la playa, rodeado de montes y aislado de ruidos, solo escuchas el mar, el viento y las aves. La atención del personal es excelente, cálido, cordial, preocupados por hacer que la estadía de sus huéspedes sea perfecta. Las cabañas tienen todo lo necesario, son espaciosos y cómodos. El único punto a mejorar es el baño, que si bien está correcto y limpio, creo que podrían mejorarlo un poco. Los espacios verdes son hermosos, y la piscina climatizada es perfecta para los días mas fríos que no podes ir a la playa. El desayuno es increíble!!!!!! delicias caseras como pasta frola, scones, torta de coco, para mi fueron el toque mágico de un desayuno super completo para arrancar el día.
Si están pensando en tomarse unos días para descansar, cambiar el aire y recargar las energías les recomiendo Dunas del Este, tranquilidad, aire con olor a monte y a mar, excelente atención, comida casera, un pequeño spa, reposeras al sol para disfrutar de un buen libro...que más se puede pedir?