Este hotel restaurante está situado en el maravilloso pueblo de Silverton, y fuimos a cenar la noche que llegamos, ya era muy tarde, iban a cerrar pronto pero nos atendieron.
Pedimos los dos un NY steak, un filete riquísimo con puré de patatas y judías. Estaba riquísimo todo y no pedimos nada de beber ya que nos pusieron agua nada más llegar y no tienes porqué pedir otra bebida. Pagamos 36 dólares más algo de propina, y nos pareció justo ya que todo estaba delicioso.
Volvería a repetir sin duda.
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