Hay críticas que uno no deberíamos tener que hacer, especialmente cuando se trata de las primeras vacaciones en 4 años... Hemos venido diez veces a Galicia, de donde soy originaria. Todo lo que nos gustaba en términos de tradiciones, actitud y acogida parece haber desaparecido por completo.
Sin embargo, habíamos reservado este piso con toda confianza, a pesar de un precio bastante alto.
Desde el momento en que llegamos, la lavadora estaba rota, irreparable, y no era reciente. Necesidad de realizar viajes de ida y vuelta a la lavandería, de ahí una pérdida de tiempo segura.
Las pilas del mando de la televisión estaban oxidadas, el colchón bastante antiguo y muy incómodo.
El edificio daba a una pequeña plaza recientemente renovada pero cuya reputación de tierra de nadie, dedicada a las borracheras, parecía perseverar en la tradición local.
Hay que decir que los estudios de la planta baja se utilizaban para estancias tipo ‘spring break' para una docena de adolescentes Españoles que se emborrachaban hasta las 8 de la mañana, lanzando gritos, jugando al fútbol y disparando fuegos artificiales a la altura de las ventanas... Por no hablar de las chicas de 14 años en tanga, dispuestas a hacer lo que sea para hacerse pagar el alcohol ...
Estábamos tan agotados que no hicimos ninguna actividad, prefiriendo hacer siestas en el coche. Además, se especifica por parte del propietario que podemos aparcar nuestro vehículo sin problema en un parking público… Tal vez durante la semana, pero durante el fin de semana, era imposible encontrar un lugar. De ahí la necesidad de aparcar el coche a 30 minutos a pie del apartamento.
El séptimo día, sufrimos una inundación procediente del piso de arriba, donde los electrodomésticos no funcionaban ...
El agua corría del techo; cuando subimos, la señora de la limpieza Brasileña o Portuguesa, a pesar de nuestros consejos, abrió la lavadora sin vaciarla, causando una cascada en las zonas comunes. Por cierto, nos agredió verbalmente, de manera bastante violenta, acusándonos de querer ‘meter la pata’.
Nos pusimos en contacto con el propietario, que tenía una reunión familiar a pesar de la situación, y se puso en contacto con su hermano para que viniera a constatar los daños ...
Secó con todas las mantas, edredones, almohadas y toallas que había en los armarios.
El agua corría en varios lugares, haciendo el apartamento inhabitable; pero visiblemente no era una evidencia para todo el mundo ... Ante la falta de propuesta y de solución, hemos negociado el reembolso de la 2ª semana ... las vacaciones habían terminado en la indiferencia general.