Hacía muchos años que no visitaba Los Remos y aproveché la celebración de San Valentín para acudir a este restaurante junto con mi esposa. La decisión fue muy acertada, puesto que nos encontramos con un restaurante muy acogedor (hace 8 años tenía una distribución más de gran salón), al disponer de diferentes rincones que lo hacen propicio para cenas o comidas en pareja o con unos pocos amigos. La decoración es moderna, con un toque rústico debido a presencia de pizarra en diferentes paredes. El personal, amable y profesional, después de muchos años dedicados a un negocio ubicado en un modesto barrio de Terrassa, Ca n'Anglada, con merecida fama de bar de tapas.
En realidad ese restaurante nació de la extensión del Bar la Venta, ubicado en la misma calle de Santo Tomás, y que ahora ha dejado de ser marisquería para centrarse en menús más de tapeo, Por ello ahora Los Remos gozan junto al Restaurante las 4 Esquinas de la primacía en la zona en cuanto a marisco se refiere.
A pesar de que tenían un menú de tapeo Especial San Valentín, nos decantamos por el menú Timón de los Remos, donde se elegía entre 8 y 10 platos de primeros y otros tantos de segundos, por 31,67 eur por cabeza, donde entraba la bebida el pan y el postre.
De primero elegimos un combinado de marisco, donde sobre una base de lechuga fresca había navajas, cigalas, mejillones y almejas. Todo ello a la plancha (menos los mejillones al vapor), con su punto de sal. Una delicia.
De segundo mi mujer eligió una sepia a la plancha con acompañamiento de lechuga y unas deliciosas patatas bravas (lo de bravas es un decir, pues eran más suaves que la piel de un bebé). Yo me decanté por un filete de ternera con foie a la plancha con idéntico acompañamiento. Los postres y la bebida, al ser un precio ajustado, pues correctos
La verdad es que todo estaba excelente, como puede intuirse por las fotos que acompaño a la crítica.
Volveremos, sin duda, a probar los excelentes arroces de este recomendable restaurante