¿Florencia con los niños? Empieza aquí
7 actividades para toda la familia para empezar tus vacaciones.


No es ningún secreto que Florencia impresiona fácilmente a los viajeros: al fin y al cabo, es Italia. Dicho esto, las frases “cuna del Renacimiento” y “pintoresco centro de la ciudad” no son las mejores para sacar a los niños a que recorran la ciudad (y más si tienen jet lag). Ten en cuenta, también, que Florencia es una ciudad compacta y requiere caminar mucho, lo que puede ser difícil con los pequeños.
Aun así, es una ciudad increíble para familias, y es muy recomendable llevar a los más pequeños porque en Italia adoran a los niños como no lo hacen en otros países europeos. Esta es una hoja de referencia de mis muchos viajes en familia a Florencia: no es de extrañar que empiece con un helado.
Empieza por el postre

En Florencia abundan las heladerías. En serio, hay una en casi cada esquina, así que cuando necesites sobornar a tus hijos con dulces para mantenerlos tranquilos, lo tienes fácil. Situada cerca de la estación de tren de Santa Maria Novella, My Sugar es una de mis favoritas. Es todo lo que soñamos de niños: generosas cucharadas de helado casero de sabores que van desde fresas y stracciatella (trocitos de chocolate) hasta limón siciliano y sésamo negro. Eso sí, es una tienda pequeña y no tiene mesas, así que tendrás que sentarte en un banco para comer y descansar las piernas.
Si My Sugar queda demasiado lejos de donde estás, hay alternativas. Está La Sorbettiera, con 16 creativos sabores de helado (también hacen unos sorbetes deliciosos), y Sbrino Gelatificio Contadino, que también ofrece opciones ecológicas (no te pierdas el fior di capra, a base de leche de cabra ácida). Ambos se encuentran cerca de la Piazza Santo Spirito.
Si te apetece algo más que helado, visita Caffè Gilli, una de las pastelerías más antiguas y elegantes de Florencia, y disfruta de un café (para ti) y un postre (para ti y para los niños). Después de tomar un expreso y un delicioso tiramisú en una mesa con vistas a la Piazza della Repubblica, ya lo tendrás todo listo para tu próxima visita turística. Eso sí, ten en cuenta que está en el corazón de la ciudad y es muy popular, así que no es de lo más asequible.
Contempla el arte emblemático de cerca

Paradigma de los museos de arte de Florencia, los Uffizi se pueden visitar con niños (aquí tienes algunos consejos), pero es grande y son estrictos en lo que respecta al ruido y a los niños corriendo. Para disfrutar de algo igual de fascinante pero mucho más práctico, visita el Museo interactivo Leonardo, donde los más pequeños pueden hacer un recorrido interactivo a través de los descubrimientos artísticos y científicos de da Vinci, reconstruir algunos de sus inventos más famosos e incluso hacerse una foto con su rostro dentro del cuadro de la Mona Lisa. Además, puedes visitarlo en menos de una hora.
Lo que dicen los viajeros: “Nos marchamos con una admiración renovada por el genio de da Vinci, y nuestra hija disfrutó de una experiencia educativa divertida, interactiva y memorable. Es una visita imprescindible para familias”. — NewEnglandDave
Descubre espacios verdes

Siempre que viajo con mi familia, me aseguro de dejar algo de tiempo para disfrutar del aire libre. Florencia no es conocida por sus parques, pero los Jardines de Bóboli son una excepción. Planifica toda una tarde para visitarlos: hazte con algunos productos de picnic básicos en Alimentari Uffizi y lleva una manta, busca un sitio a la sombra y acomódate (se necesita entrada). No te olvides del agua. Aquí solo hay un restaurante y se llena rápido. Además, el terreno puede resultar difícil de recorrer con un cochecito.
Daos un descanso para jugar
Cuando tu hijo esté harto de tanta historia y tanto arte, déjale descansar con algún juguete. La enorme juguetería Dreoni Giocattoli existe desde hace un siglo y está repleta de juguetes, desde peluches y rompecabezas hasta patinetes y trajes renacentistas. Solo tienes que asegurarte de llegar temprano o de ir antes de cenar (abre hasta las 19:00).
Lo que dicen los viajeros: “Vale la pena visitarla con o sin los niños. Hay montones de cosas que ver y es muy divertido. Parece pequeña desde fuera, pero tiene un montón de secciones diferentes. La sección de coches de juguete tiene muchísimas cosas que ver. Me encantó el montacargas de juguete para niños”. — GLock
Alójate en un hotel que también les guste a tus hijos
Si buscas un hotel para familias en Florencia, tienes donde elegir. Cuanto más lejos estés del centro, más espacio tendrás. Y no te preocupes por estar lejos de todo: la ciudad es relativamente pequeña, por lo que prácticamente todos los lugares principales están a poca distancia a pie, independientemente de dónde te alojes.
Estos son algunos de mis hoteles favoritos: El Hotel Regency por su jardín al aire libre, donde los niños pueden correr al acabar el día; el Plaza Hotel Lucches, que tiene una piscina en la azotea (algo poco frecuente en Florencia y que les encanta a los niños); y el Hotel Croce Di Malta, con habitaciones comunicadas y una piscina de tamaño razonable.
Apúntate a una clase de cocina para familias

Sin duda pasarás mucho tiempo comiendo en Florencia, pero otra forma de conocer la comida italiana es apuntarte a una clase de cocina. Algunos hoteles ofrecen clases estupendas, así que echa un vistazo a lo que tengan en el lugar donde te alojas. Si no tienes donde ir, prueba este curso de tres horas de elaboración de helados y pasta, impartido en la cocina de un chef italiano. Podrás probar tus creaciones al final de la comida y llevarte a casa una colección de recetas caseras. Además, si vas con un bebé a cuestas, puede sentarse en tu regazo mientras perfeccionas tus habilidades.
Lo que dicen los viajeros: “¡Fue una experiencia fantástica con los niños! No hay nada mejor que ponerse manos a la obra y comer después. El chef fue amable y paciente con toda mi familia”. — Whitney G
Dirígete a tierra santa

Las muchas iglesias de Florencia son de libre acceso, lo que significa que no importa si tu hijo tiene una crisis a los cinco minutos de empezar la visita y tienes que salir rápido. También sirven para conocer algo de cultura sin tener que hacer cola y, a menos que entres durante una misa, un poco de movimiento y ruido no suele dar problemas. Algunas recomendaciones: la iglesia gótica de Santa María Novella, que cuenta con un enorme crucifijo de Giotto y frescos medievales y renacentistas; la Basilica di Santo Spirito, donde incluso a los más pequeños les encantarán los interiores ornamentados; y la Santa Croce. También recomiendo el emblemático Duomo de Santa Maria del Fiore, que cuenta con 463 escalones para subir hasta lo más alto. A los niños mayores les encantará, pero es demasiado para los más pequeños. Las colas también pueden ser una locura, así que compra el Pase Brunelleschi con antelación (en taquilla u online): incluye el acceso al campanario, el bautisterio y la antigua basílica de Santa Reparata en cualquier momento dentro de las 72 horas posteriores a la compra, además de una hora asignada para subir al Duomo.
Próxima apertura
La Specola, una rama de casi 250 años de antigüedad de los Museos de Historia Natural de la Universidad de Florencia, reabrirá finalmente en la segunda mitad de 2023 después de una reforma importante. Es un museo ideal para niños: hay un salón de esqueletos (sáltatelo si vas con niños pequeños), cientos de mariposas y escarabajos únicos y un gran número de criaturas disecadas, así que seguro que tendrá mucho éxito este verano. Reserva tus entradas con antelación para evitar tener que hacer largas colas.
Lo que dicen los viajeros: “Si tus hijos están aburridos de las iglesias y el arte, no te pierdas este lugar. Los míos tienen 8 (niño) y 11 (niña) años y les encantó”. — MatNorris