10 razones por las que deberías visitar Roma en primavera

La primavera en Roma es una época maravillosa en la que podrás ver glicinas floreciendo por toda la ciudad. El clima no es ni demasiado cálido ni demasiado frío, ya que las temperaturas rondan los 10 °C en marzo y llegan a alcanzar en torno a los 25 °C en junio a medida que se acerca el verano.

En realidad, incluso a principios de primavera, no necesitas muchas capas para no pasar frío; con dos capas y una chaqueta normalmente es suficiente. Por otra parte, en meses posteriores como mayo y junio, con un cárdigan de punto te bastará. En marzo y abril suele llover algunos días, así que trae un paraguas.

Además del clima fresco y las hermosas flores, hay menos aglomeraciones en primavera, lo que significa que puedes visitar los lugares más famosos de Roma y sumergirte en los festivales locales sin tener que abrirte paso a empujones. También disfrutarás de los primeros productos de temporada del año de Roma.

¿Todo listo para visitar una de las ciudades más impresionantes del mundo esta primavera? Aquí encontrarás 10 estampas de la primavera en Roma.

Si bien hay muchos lugares emblemáticos en Roma, ninguno es comparable al Coliseo. Si bien es cierto que está abarrotado de gente todo el año, puedes aprovechar algunos de los cielos más luminosos del año y disfrutar de vistas espectaculares de la zona y el paisaje urbano de los alrededores, mientras te sitúas en lo alto del anfiteatro como un gladiador victorioso admirando su botín de la victoria. Echa un vistazo a los tours guiados y a los paquetes de tours que te dejan explorar libremente si quieres saltarte la cola y pasar más tiempo siguiendo los pasos de los antiguos romanos. Algunos tours incluso te dan acceso a las cámaras subterráneas del Coliseo, así como a monumentos históricos cercanos como el Foro Romano y el monte Palatino.

Visita el Panteón en primavera durante el día de Pentecostés para disfrutar de un espectáculo verdaderamente impresionante. Como parte de la ceremonia, miles de pétalos de rosa caen a través del óculo del Panteón sobre la multitud que se encuentra debajo. Es un evento religioso, por lo que no necesitarás entrada para ver la lluvia de pétalos, pero debes coger sitio para sentarte durante toda la misa de Pentecostés. Consejo profesional: empieza a hacer cola a primera hora de la mañana; más tarde se llenará.

Debido a que hay menos aglomeraciones, tendrás la oportunidad de visitar uno de los lugares que en otra época del año estaría lleno de gente, la Ciudad del Vaticano, lo que incluye el Museo del Vaticano, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro. Maravíllate con el famoso arte romano, desde Adán y Eva de Wenzel Peter hasta las icónicas pinturas del techo de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. No te pierdas los Jardines Vaticanos en primavera, que son jardines de estilo italiano, inglés y francés que destacan por su gran variedad de flores en plena floración.

Para entrar de manera más rápida y fluida a las mejores atracciones de la Ciudad del Vaticano, echa un vistazo a los tours sin colas que te guiarán a través de la amplia colección de obras de arte que se encuentran en las atracciones de la ciudad.

Aunque la antigua ciudad de Pompeya está a unos 240 kilómetros al sur de Roma, es uno de esos enclaves arqueológicos que no te puedes perder, especialmente en primavera, cuando hace sol y las temperaturas son suaves. Esta excursión de un día a Pompeya y al monte Vesubio incluye el transporte de ida y vuelta y las entradas.

Pasear por Roma con un helado en la mano es un gusto después del frío del invierno. Es difícil pasar por alto los puestos de helados, que se encuentran casi por todas partes. El reto consiste en elegir el sabor que quieres: hay demasiadas opciones. Para ahorrarte la tarea de buscar un sitio, ¿por qué no haces un tour de comida callejera con un experto que sepa dónde están los mejores lugares?

Una característica inconfundible de Roma en primavera son sus productos y delicias primaverales, que se pueden encontrar tanto en bulliciosos mercados como en concurridos restaurantes. Algunas de las especialidades que no te puedes perder son las alcachofas, el abacchio (cordero lechal) y las fresas. Del mismo modo, es el mejor momento para embarcarte en un tour gastronómico en Roma por el encantador barrio de Prati con un guía gastronómico de la zona, que te llevará a degustar las delicias favoritas de los romanos.

Cada primavera, la escalinata de la plaza de España se cubre de cientos de azaleas en flor, lo que hace que resalte su encanto en conjunto con el telón de fondo de la iglesia de Trinità dei Monti. Si quieres ver estos lugares emblemáticos de una manera un poco peculiar, pero a la vez divertida, haz un tour privado en carrito de golf (sí, has leído bien).

Si visitas Roma en primavera, tendrás la oportunidad de disfrutar de eventos festivos como la Pascua, que suele durar desde la primera semana de marzo hasta mediados de abril. La mayoría de la gente espera con ansias el discurso “Urbi et Orbi” que da el Papa el Domingo de Pascua. Entre otras festividades de primavera también se incluyen el Primo Maggio (Día del Trabajo) y el Nacimiento de Roma.

El monte Aventino cobra vida en primavera, cuando no hace demasiado calor para dar un paseo o hacer un pícnic en una de las siete colinas históricas de Roma. Y esto no es todo, también alberga la rosaleda comunal de Roma, que cuenta con más de 1100 variedades de rosas. Si la visitas en mayo, probablemente también puedas asistir a los concursos internacionales de rosas.

Si viajas con tu pareja, haz que tu cita de primavera en Roma sea de lo más “Romá-ntica” al alojarte en hoteles que ofrecen vistas fantásticas de la ciudad o del atardecer. El hotel Otivm, por ejemplo, cuenta con una terraza en la azotea con vistas al centro de la ciudad. Las vistas harán que la velada sea completamente inolvidable para, así, culminar un día de turismo y exploración de la cultura única de Roma.