Primero, reconocimiento: fuimos 7, llegamos media hora tarde (avisando) y nos atendieron bien. Luego opinión. Del menú del día (dos primeros y dos segundos) sólo tenían dos raciones de algunos platos, con lo que era obligado comer el plato que quedaba. Siendo platos de menú y con reserva previa no parece justificable. La comida muy normal, buena la crema de lombarda con manzana y el bacalao; pasable lo demás. Y de postre lo mismo, sólo dos raciones de uno. Eso sí, el flan de coco estaba bueno.

Interesante ver las plantas de especias y cómo son sus frutos. Pero los precios de las bolsitas de especias, perfumes y jabones que venden allí son 7 veces los del mercado de Stone Town, con las mismas bolsitas, etiquetas y formatos. Por eso los tours suelen poner primero la visita a la granja de especias, para hacerte comprar allí sin conocer los precios reales. O, si vas primero a Stone Town, te dicen q la calidad es mejor en la granja de especias. El caso es engañar al turista.