Todo empezó de maravilla, hasta que la camarera, una rubia muy bien parecida, vino a tomar nota de nuestro pedido. Sinceramente exudaba la mala educación y la hostilidad . Le pedimos que nos explicase el menu , concretamente la ensalada , Su respuesta fue "la ensalada es una ensalada" asi de tajante, con una cara que nos dio ganas de salir huyendo.

Un lugar acogedor, donde fuimos recibidos con cordialidad y muy bien tratados. Gente encantadora,muy simpática. Buen clima y buen alojamiento.

Una playa y centro urbano sin servicios. Las calles están muy sucias. A penas sitio para pasear, pues el paseo está tomado por quioscos feriantes, que encima de tener el quisco exponen sus productos cogiendo prácticamente todo el sitio. La playa está sucia, llena de cascotes. Además, este año prácticamente no tiene arena. La playa es la tercera parte de lo que era. El Ayuntamiento correspondiente debería prestar atención porque ahora mismo son unos incompetentes.