Habíamos esperado muchos años para visitar el Líbano porque las condiciones políticas no eran muy propicias pero finalmente nos decidimos y hace apenas unos días regresamos de nuestro viaje de 8 días por este hermoso e interesante país. Nuestra agencia de viajes nos organizó un tour privado para mi esposo y yo con un chico maravilloso, Rabih Khatib, quien se encargó de toda la organización desde recogernos en el aeropuerto, programarnos cada día una excursión hasta volvernos a llevar para el vuelo de regreso. Como guía es extraordinario, con toda la solvencia para ello, su español es muy bueno y como persona es aún mejor. Nos hizo sentir como si estuviéramos siendo atendidos por un amigo de los buenos. La gente que conocimos del Líbano nos pareció muy amigable y colaboradora y la sensación que se siente en sus calles es de tranquilidad aunque ciertamente están pasando por un problema económico muy desfavorable. La comida, es de todos conocido, está estupenda y no nos pareció nada cara.