Imperdible experiencia!! Salimos de Sharm al Sheik a las 20 hs. Fuimos en caravana con otros vehículos. La zona estaba muy militarizada, pero no sentimos peligro. Fuimos preparadas con abrigo y buen calzado de montaña. En la entrada compramos linternas y nos esperaba el guía beduino. Nos siguió beduino y su camello por si queríamos subir el primer tramo en camello (cuesta 20 dólares). Seguimos la marcha en subida suave constante, había paradas donde comprar algo para tomar o beber. El último tramo fueron 750 escalones de piedra, todos diferentes y con mucha pendiente. Difícil. Llegamos a la cima a las 5 de la mañana. Había gente de diferentes religiones y países, hacia mucho frío, pero si no se lleva suficiente abrigo se pueden alquilar mantas. En total silencio esperamos el amanecer. Una experiencia no sólo muy bella, sino espiritual. El descenso fue largo, pero se ve el camino (se puede hacer lo mismo de día para ver el atardecer, pero me parece peligroso bajar los escalones cansado y de noche). En el descenso niños beduinos vendían pulseras, collares y bolsitas hechas con mostacillas. Hermosas y muy bien hechas. Sugerencia: Llevar algo para regalarles a los chicos. Yo le di a un niño al cual le compre unas pulseras mi termo de agua con la camiseta de fútbol de Argentina. Estaba feliz!!! Llevar linterna frontal y bastones de marcha. El monasterio de Santa Catalina también vale la pena conocerlo. Lo recorrimos con nuestro guía.