Después de haber estado en las playas más conocidas de Santorini, esta y la de Monolithos, son sin duda las más cómodas. El enclave es muy bonito, la arena negra contrasta con los preciosos acantilados blancos con originales relieves. La playa es muy larga, hay poca gente, la arena son piedrecillas pero puedes andar sobre ellas descalza y el agua es muy limpia. Leí que habían olas, pero en el día que fui yo, no las consideraría como tal, porque no comprometen la entrada y la salida al mar, no te desestabilizan para nada, son muy suaves. Encontramos una ducha al principio de todo de la playa, está indicada cerca de donde se aparca.

Santorini está masificado y a nivel de playas no es el mejor destino claramente. Esta playa esta cerca de un puesto donde salen excursiones en barco. Todo el pueblo parece medio abandonado y es una pena porque tiene al lado el museo del tomate que es un edificio relativamente nuevo y cuidado. Sin embargo la playa está muy bien (relativamente a lo que hay en esta isla). Hay un snack bar enano y tumbonas y puedes poner tu sombrilla con sitio. Es Olaya más abierta y con bastantes olas y lo bonito es que el acantilado (bajito comparado con otros de la isla) es blanquecino de piedra pómez. Tiene su gracia.