Hacemos una excursión de un día entre Baisha y Shuhe, tomamos un bus (línea 5 y 6) desde Lijiang que nos deja a 10 minutos a pie de Shuhe. Dedicamos medio día a esta aldea y por la tarde recorremos los 5 km que la separan de Baisha a pie. No encontrando un sendero, lo hacemos por la carretera, sin arcén ni acera, pero por suerte el nulo tráfico no pone en peligro nuestra integridad. Llegados a Baisha, nos deleitamos por callejuelas empedradas, vacías y pobladas por casas tradicionales con ancianos naxis sentados al portal de sus casas, charlando y disfrutando de los últimos rayos de sol de la tarde. No perdáis el tiempo visitando la consulta del Dr. Ho (ya no visita él, sino su hijo), nos pareció un charlatán. Preciosas las vistas de la Montaña Nevada del Dragón de Jade. Volvemos a Lijiang con el bus n° 6.

Es un pueblo con mucho encanto. Típico chino, con sus casa de adobe y tejas negras. Disfrutar de la cultura nashi merece la pena paseando por sus calles, después de ver el templo de la montaña.