En una escala de nuestro crucero llegamos a St. Barths. Ya habíamos estado anteriormente y visitado Shell Beach (se llega fácilmente caminando desde el muelle) y Saint Jean, junto al aeropuerto, que es muy bonita pero muy visitada. Queríamos algo más natural, por lo cual tomamos un taxi con intención de ir a Governeur o Grande Saline. El chofer nos dijo que en la primera había algo de sombra, no así en la segunda. Por ello nos quedamos en Governeur. Estuvimos desde las 2 a las 4,30 pm y disfrutamos muchísimo. Linda arena, agua impecable, poca gente, y algo de sombra en los extremos. La recomendamos mucho. El taxi nos cobró 50 euros por llevarnos y luego buscarnos de regreso.

Atardecer de ensueño. Romántica, privada y magnífica!!!! Te sorprenderá......, la Ensenada hace la playa de aguas calladas y transparentes que te dejarán la boca abierta.