El museo es muy bonito. Cuenta con tres niveles, en los cuales se pueden disfrutar distintas muestras referidas a la Nueva Francia y su relevancia en la vida de los norteamericanos. Es dable destacar la visita guiada al seminario. La calidad del guia - pierre- es superior.

No pierda su tiempo y dinero visitando este lugar. Por $ 5 por persona se llega a subir por una estrecha escalera de caracol para ver 1 ) algunos retratos de los líderes de la iglesia muertos, 2 ) tal vez cuatro cuadros de arte religioso, 3 ) una vitrina de copas religiosas y otras cosas. Yo no llamaría a esto museo. Una trampa turística sería mejor nombre. No entiendo cómo obtuvo buenas críticas.