Situada en el parque construido en homenaje al escultor, se encuentra a muy poca distancia de la puerta del beso, el otro monumento emblemático que podemos contemplar en dicho parque. Está construida en tiza, y representa una mesa, antes de que el luchador parta a la batalla. Las sillas en forma de relojes de arena que la rodean simbolizan el tiempo. Es muy interesante contemplar esta obra tanto de día como de noche, ya que su visión es radicalmente diferente.

Este lugar estaba en mi lista de cubo por años, pero es demasiado largo en coche desde Bucarest, así que estaba encantado de que un tour operador local incluido en su lista para el año 2016. Se contrató un guía, pero puede gestionar a través del complejo. Tuvimos un día soleado, así que fue genial para fotos y para disfrutar de la maravillosa. Es un poco, y la policía local le pide no demasiado para fotografías, tampoco debe quedarse en las sillas para no dañar la escultura. Hay un gran restaurante cerca del parque donde comimos y tienen también un bar irlandés en la otra esquina. Vimos una ceremonia de boda en la puerta de los besos como una ventaja. Volvería de nuevo. También puedes hacer un picnic en el parque