Le Clos Normand, de cerca de una hectárea, tienen macizos de flores de diferentes alturas, creando diferentes volúmenes. Monet mezcla flores humildes (margaritas y amapolas), con variedades especiales, raras,.Abundan los rosales trepadores, las malvarrosas , las capuchinas.El terreno vecino tiene un pequeño arroyo que lo cruza y allí construye un estanque, donde cultivará nenúfares, juncos, lirios.En este jardín de agua se encuentra un puente japonés, cubierto por glicinas, sauces llorones, bambúes y los nenúfares que pintará tantas veces. Aparecen otros puentes más pequeños.Miles de visitantes recorren estos jardines durante los meses de verano; algunas alamedas no son accesibles al público; están prohibidos los pic-nics en el lugar y no se admiten animales.El acceso al mismo se realiza por un paso subterráneo.

Se visita la casa donde vivió Monet y los jardines, destacando el estanque con los nenúfares. Es precioso, pero había tanta gente que todo lo visitamos en fila india. Los pasillos son tan estrechos que casi no caben dos personas. Paradas continuas por las fotos de los que van delante. La casa prácticamente no puedes verla porque no cabe nadie más a la vez. Quizá en otra época haya menos turistas, pero en verano la cantidad de grupos (japoneses sobre todo que temen perderse y te pisan para no quedarse atrás) es excesiva. Me fui antes de lo previsto por el exceso de gente. En mi opinión deberían limitar el aforo.