No estoy tan interesado en la pesca, pero mi visita a Amandine terminó siendo una de mis atracciones favoritas en Ostende. Ubicada cerca del puerto, Amandine navegó su último viaje en 1995 y ahora es un pequeño museo agradable que muestra cómo sería la vida en un barco pesquero en condiciones extremas. Pescar en las aguas frías y tormentosas de la costa sur de Islandia durante meses fue agotador tanto física como emocionalmente. Los heroicos pescadores de Ostende trabajaron largas horas, y vivieron y trabajaron juntos 24/7 en espacios reducidos. ¿Entonces por que lo hicieron? Las capturas que consisten principalmente de bacalao, eglefino, abadejo, salmonete, besugo, lenguado y solla escocesa fueron ENORMES, mucho más grandes que las que se encontraron en el Mar del Norte. Mi visita a Amandine me hizo darme cuenta de que nunca había pensado realmente en cómo sería la vida en un barco pesquero, y mucho menos en una en condiciones extremas. Me encantan los museos que te hacen pensar en cosas que no habías considerado anteriormente y este sí, así que fue una experiencia que valió la pena.

Este es el último barco "Bélgica" que hizo el viaje para pescar en las aguas de Islandia, restaurado y preservado cuando estaba listo para navegar. En el interior, puede experimentar cómo era la vida a bordo y en tierra, solo visite y disfrute.