Quizás porque llevaba una idea preconcebida, cuando la vi me dejó un poco decepcionado. No es fea ni mucho menos, todo lo contrario, pero creo que me gustaron mucho más otras zonas de la ciudad. Tiene encanto porque es todo muy antiguo y entiendo que se conserva en su forma original. No es sencilla de conseguir pero al final llegas a ella.

Mollestien, es una pequeñísima calle adoquinada en el centro de Aarhus, con casitas de colores y entramado de madera, con fachadas adornadas con flores y plantas. Es una calle pintoresca, llena de encanto, en donde la mayoría de las casas fueron construídas en el siglo XVIII. Pasear por esta callecita es un placer, parece que el tiempo se ha detenido por un momento. Imperdible en Aarhus.