Hay dos áreas que pueden ser visitados: 1. El museo de la puerta de entrada y 2. la mansión a pocos minutos de diferencia. Como fui sólo una hora antes de la hora de cierre, decidí visitar a la casa. Había disfrutado de cada momento que pasamos ahí, ya que el lugar está lleno de objetos interesantes y la guía era muy amable y eficiente y logró mantener el interés de los niños en mi demasiado alto (mostrando lugares ocultos les mostró respaldado por historias interesantes). Por favor ten en cuenta que en caso de que quiera visitar ambos objetivos, tendrá que pagar la tarifa de entrada para cada uno de ellos. Además, como el manor está situado en la "ruta del vino", puedes ver los eventos que están organizando y probar el vino local. No te pierdas - no se arrepentirá de pasar algún tiempo allí!

Este lugar es bastante famoso en la región y se destaca su reputación. Representa la parte permanente de un dominio más grande - esto es parte de la historia del personal de museos, hay muchos otros detalles interesantes. Más allá de la elegancia de los edificios, la sensación de los objetos personales, nos quedamos impresionados por las conexiones entre la familia propietaria y otros eventos importantes/people/lugares. Rumanía ha perdido todo esto, por desgracia, junto con su poder económico, después de la Segunda Guerra Mundial. .