Primero hablo del sitio y luego unos consejitos sobre los alrededores. A Sarmizegetusa no se puede dejar de ir, a menos que no te interese absolutamente nada la cultura. Está bastante apartado, pero bien señalizado y en una carretera buena (estrecha, pero buena). El sitio es alucinante, te permite imaginarte la ciudad tal como era a partir de los restos hallados. Aunque la audio guía no es necesaria, si te interesa la historia deberías cogerla. Por merecer merece hasta la ubicación: en medio del bosque, en lo alto de una colina. A poca imaginación que tengas te permite trasladarte a la época romana y entrar en la mente de un dacio. Y hay sitio para que los niños corran, así que no tienes excusa para no ir. Lo único malo es que le falta un poco de chispa (podrían haber reproducido armas, ropas y demás, quizás haber hecho algo para que se enganchen los más pequeños...). Como consejos antes de llegar: nosotros paramos poco después del cruce de Costeti en la carretera al lugar en la casa de un hippie canadiense y su novia, y el tío es super majete, habla inglés y se enrolla mucho. Además tienen souvenirs muy chulos. Por desgracia no es arqueólogo, pero le mola el rollo, así que un mínimo de información te puede dar. En el camino hay un museo de reproducciones de los tesoros dacios (es una casa enfrente del río): no paréis, apenas hay un par de brazaletes y un poco de información. Mejor que habléis con el colega canadiense (que fue el que nos lo recomendó, pero bueno...) Y en el camino hay varias pensiuneas donde comer. Nosotros paramos en Lupul Dacic y fue horrible: la tía no habla ni papa de nada que no sea rumano, no entiende señas, y una vez te toma la nota desaparece. Después de 20 minutos esperando el plato principal me tocó ir a la cocina a pedirlo (la cocinera no habla más idiomas que la camarera), la comida no estaba especialmente buena y encima nos pusieron pan sin que lo pidiésemos y luego nos lo cobraron por partida doble, a pesar de que apenas ni lo tocamos porque no estaba ni bueno (pero como eramos dos...).

Impresionante!!!! Como bien han comentado, llegar ahora es fácil y cómodo, con carretera pavimentada hasta el parking. Desde aquí una calzada de piedra de 1 km hasta la entrada del sitio arqueológico. Pasas entre las antiguas murallas y, después de un paseo muy agradable llegas al Área Sacra, ahí es donde se aprecia la magia del lugar. Se ven los vestigios de los antiguos templos de Dioses olvidados y memoria destruida por el poder de Roma. Pero la belleza del paisaje y las ruinas hacen que imaginemos el lugar en su momento álgido. Es absolutamente maravilloso.