Este lugar cuenta con un parque de mediano tamaño y una gran catedral a la entrada. Tiene también un mirador en donde se puede descansar y contemplar el río y la ciudad.

Este precioso espacio se encuentra algo retirado del centro, pero podemos alcanzarlo en un paseo de alrededor de 45 minutos desde la Plaza de la Ciudad Vieja. Si no tenemos ganas de caminar podemos tomar la línea C del metro y bajarnos en la parada Vyšehrad. Todos los objetivos de interés se encuentran dentro de la magnífica ciudadela cuyos orígenes se remontan a mediados del siglo X: la preciosa iglesia neogótica de San Pedro y San Pablo, la rotonda románica de San Martín, la basílica románica de San Lorenzo, el cementerio nacional Slavín, lugar de descanso de destacadas personalidades, entre las que encontramos a los músicos Antonín Dvořák y Bedřich Smetana, las casamatas subterráneas donde se custodian esculturas barrocas del Puente de Carlos, los bastiones y puertas de la fortaleza barroca construida a mediados del siglo XVII, así como parques y jardines. Es un sitio muy bonito y con muchos edificios de interés, aunque si contamos con poco tiempo en la ciudad, tendremos que prescindir de su visita. Abre a diario, de 09.30 a 17.00 horas de noviembre a marzo, y de 09.30 a 18.00 horas de abril a octubre. La entrada a algunos de los monumentos es de pago, así que es conveniente consultar los precios antes de iniciar la visita.