Las pirámides extraordinarias, pero el guía y el chófer que nos fueron asignados definitivamente hicieron que la experiencia no fuera tan grata. La guía más preocupada por hacer negocio, que en dar una explicación de lo que se está visitando.
Así, el primer negocio fue con los camellos en las pirámides de Guiza, ya que nos llevó directamente a un puesto con el que era evidente su sociedad; después, sin consultar nos llevó a una tienda de esencias en la que buscó por todos los medios que compráramos productos allí; saliendo, intentó llevarnos a una fábrica de papiros, a lo que nos negamos, lo que se tradujo que en las dos visitas restantes sus explicaciones fuesen muy escuetas, a la distancia y sin acompañarnos a los sitios, a los que tuvimos que ir solos.
El chófer un caso aparte, ya que su forma de manejo era terrible y sumamente peligrosa, en más de una ocasión estuvimos a punto de chocar o atropellar a alguien.
En resumen, existen muchas opciones y está no es la mejor.