Quien no recuerda el pequeño emperador Puyi subiendo por la pasarela de piedra con un dragón para accedir a este magnifico pabellón, ante la mirada de toda su corte. Era mi momento más esperado de la visita a la Ciudad Prohibida... y fue un desastre. Había tanta gente que era imposible apreciar y disfrutar del maravilloso lugar. Aún así, reconozco que el lugar es una maravilla. Tengo que volver e intentar disfrutar del lugar. Hermoso pabellón o salón donde se celebraban las grandes ceremonias públicas. Está situado sobre una terraza de mármol blanco de tres niveles. Impresionante la gran escalinata de mármol que está situada en el centro y por la que sólo podía subir el emperador. Una maravilla. En la terraza superior hay una gran cantidad de figuras de bronze (dragones, grullas, tortugas)... y si tienes la suerte de poder mirar en el interior del salón (no se puede entrar), podrás ver el trono ceremonial

Quizá motivado por la cantidad de escolares, turistas y visitantes chinos. Y eso que estaba semivacío al ser el mes de noviembre