Para los que vivimos al nivel del mar esta visita es para nota. Cuando llegas al parking y miras a lo alto de la montaña, a los edificios y cuevas a los que tienes que llegar se te apra el corazón, sobre todo sabiendo que te separan de ellos innumerables escalones de altura irregular. Fue una cuestión de principios llegar hasta arriba pero confieso que a la mitad creí que no lo conseguiría. Ahora bien, cuando ya has llegado la vista es impresionante, un valle rodeado de montañas a tus pies, el mismo paraíso, un Shangri-la. Las cuevas y edificios realmente interesantes, con sitios de culto más mundano como la huella en piedra del quinto Dalai Lama, el más venerado por los tibetanos

Después de algunas nevadas tuvimos que alterar nuestros planes, por lo que decidimos visitar Drak Yerpa después de una recomendación. Esto no formaba parte de nuestro itinerario turístico estándar, pero me alegro de haberlo visitado, ya que era mi lugar favorito en Lhasa. Está a aproximadamente una hora en auto de Lhasa, y debido a que no se encuentra en la mayoría de los itinerarios turísticos, éramos los únicos extranjeros. A los 4, 400 metros, ayuda a aclimatarse ya que hay bastantes pasos con el monasterio y las cuevas de meditación al lado de una montaña. Las vistas son espectaculares y los edificios están bien mantenidos. Permita al menos medio día para no sentirse apurado.