El viaje empieza desde la planificación y tengo que decir que la paciencia que tuvo Arturo y el equipo de Reserv Cusco para contestar todas nuestras preguntas y facilitar opciones fue una ayuda invalorable. Pudimos armar el viaje y el recorrido según nuestras necesidades y tanto el servicio, como las excursiones fueron increíbles más allá de lo esperado. Adicionalmente, quiero destacar que no sólo la gente de ReservCusco es super cordial y amable sino todas las personas con las que interactuamos durante la travesía (hoteles, locales, restaurantes, conductores y las empresas terceras con las que ReservCusco opera). Todo estuvo impecable y excedió por mucho todas nuestras expectativas.
Nuestra aventura con ReservCusco comenzó el día que llegamos a Cusco. Por la tarde se acercaron a nuestro hotel donde nos hicieron el “briefing” (resumen) de cómo serían los próximos 4 días. Arturo nos detalló que tener en cuenta, qué considerar y qué cosas estaban y no estaban incluidas en el paquete que habíamos contratado (esto último ya nos lo habían aclarado y lo habíamos acordado previo al viaje por correo así que no hubo ninguna sorpresa o novedad y es importante comentar que también ayuda a la confianza y transparencia).
Al día siguiente (día 1 con ReservCusco) partimos para el Valle Sagrado con nuestro guía Marco Antonio que conocía muchísimo de historia, cultura y costumbres locales pero también sobre la relación de las culturaa Incas y pre-incas con otras culturas de otros lugares del mundo. Un placer escucharlo y ver la pasión y el amor que sentía por su profesión. Los paisajes y las construcciones del Parque arqueológico de Pisac y de Ollantaytambo te sacan el aliento. El almuerzo al mediodía en un restaurante tipo buffet fue excelente, con mucha variedad de comida y platos incluyendo un cebiche espectacular. Terminamos el día al caer el atardecer de nuevo en Cusco. Adicionalmente al final pasamos por Chinchero donde además del hermoso paisaje, vimos en primera persona como se curtían las lanas de alpaca para generar los tejidos asombros que comercian las cooperativas locales.
En el día 2, partimos desde Cusco temprano en dirección a Ollantaytambo con Rolo, nuestro nuevo guía durante los próximos 3 días, que resultó no ser sólo un experto en historiay cultura, sino un excelente compañero de viaje y fotógrafo (además de tenernos paciencia con las 100000 fotos que sacábamos, muchas veces nos sugería lugares y posiciones que no se nos ocurrían). La aventura comenzó con un descenso en bicicleta de 3700mts a 1500mts por la ruta de montaña. Nos sorprendió mucho todo el equipo que nos proporcionaron para que tengamos protecciones ante posibles caídas (rodilleras, coderas, casco, muñequeras, espaldares, chaleco identificatorio). El descenso montaña abajo entre las nubes y el paisaje montañoso/selvático cruzando por riachos fue algo que nunca experimentamos. Llegamos a Santa María donde tuvimos un rico almuerzo y luego nos dirigimos a hacer rafting en el río Urubamba, super divertido (recomendable llevar ropa para cambio y zapatos de agua propios).
Partimos hacia Santa Teresa donde cenamos y pasamos la noche (el hotel muy acogedor, super limpio y confortable). Al día siguiente (dia 3) hicimos un zipline (tirolesa) en un paisaje de ensueño (en mi caso que no sufro vértigo me tiré en modo Superman y en forma invertida en 2 de los 4 cables que componían la aventura). Atravesamos un puente colgante a 100mts y retornamos para almorzar en otro lugar cerca de la Compañía eléctrica. Partimos después en caminata de 9km entre medio de la selva y paralelo a las vías de tren hacia Aguas Calientes y el pueblo de MachuPicchu. A mitad de camino hicimos un descanso y probé uno de los helados frutales sin leche más ricos de todo Perú, si en el medio de la selva y en el lugar menos esperado .
Llegamos a Aguas Calientes, pueblo de MachuPichu cansados per super felices. Cenamos en un lugar muy lindo y nos fuimos a descansar (nuevamente el hotel elegido por Reserv Cusco también era super cómodo, acogedor y limpio). En el día 4, salimos a MachuPicchu (nosotros subimos en bus para ahorrar tiempo). Las fotos no hacen justicia a este lugar místico lleno de magia y energía. Recorrimos las distintas ruinas y construcciones y nos fuimos a escalar el Waynapicchu junto con Rolo que nos iba alentando y sacando fotos. Al subir, el paisaje te sigue sorprendiendo y ni hablar al llegar a la cumbre, te saca el aliento y no quieres irte. Descendimos y terminamos nuestro día 4 regresando en el tren hacia Ollantaytambo (partiendo de Aguas Calientes), cuyos paisajes en el recorrido son alucinantes. En Ollantaytambo al descender del tren, y tal cual nos habían indicado en Reserv Cusco, nos esperaba un cartel para que fueramos a un minibús que nos llevó al centro de Cusco.
Al día siguiente (día 5) y como plus, ya que no lo habíamos contratado antes y lo hicimos allí mismo con Arturo, hicimos un city tour de Cusco en 4 sitios arqueológicos que valen mucho la pena, sobre todo el mirador que ofrece vista al Cristo de Cusco y a toda la ciudad antigua.
En resumen, si se quiere un viaje de ensueño con todo organizado, equipo profesional y flexible a las distintas preferencias, buena compañía, risas y diversión asegurada Reserv Cusco es la compañía a alegir.
Arturo y equipo queremos darles las gracias de todo corazón por una experiencia increíble, mágica y soñada. Espero volver para conocer muchos lugares que nos han quedado pendiente. Perú es increíble.