Nuestro almuerzo, con apetito por venir de las Cango Caves, se vió recompensado en estas maravillosas bodegas. No hicimos degustación de vinos, por que nos decantamos por la cervezas que fabrican aquí mismo. Y las acompañamos de un wrap de avestruz, y una pizza. Delante hay un prado, cerca de una balsa de agua, y todo esto rodeado de viñedos. Un paraje paradisíaco.

Uno de los lugares que me sorprendió durante la Ruta Jardín, porque hacen muy buenas cervezas. Me gustan las cervezas (sobre todo las artesanales -craft beer-) y la gente de Karusa tiene cinco cervezas (en botellas de 750 ml) que son realmente muy buenas, de las que pude probar 4 (botella completa). Tiene mesas interiores y exteriores, que tienen una linda vista hacia la parte interna del viñedo. La atención (a cargo de, según creo, los propios miembros de la familia dueña del viñedo) fue 10 puntos. Para comer hay contadas opciones, pero no es un restaurante así que su oferta de platos está bien. Opté por un filete de avestruz, que estaba en perfecto punto de cocción. Es un sitio ideal para pasar la tarde tomando cervezas o vinos.