La tienda preciosa y bién decorada. Los escaparates impecables. En ocasiones, porque voy a menudo, no son muy acogedores, depende quien te toque .

Llegamos a las 8 menos veinte. La señora rubia mayor que nos atendió y que luego afirmò ser la dueña, no dio ni las buenas tardes. Tuvimos que llamarla para pedirle números de alpargatas. Nos dijo que no sabía si iba a poder mirarlo si estaba cerrando la caja. Compramos 2 zapatillas, pero no por esta señora poco profesional sino por la empresa y el equipo. Es indecente que después de como ha quedado el país y estar 3 meses cerrados haya gente que no valore el trabajo y además no valore a los que podemos seguir levantando el país. Esa señora no merece el puesto que ocupa , me da igual que sea la dueña o pepita Pérez. Hay gente que ha perdido su trabajo y daria lo que fuera para ocupar su puesto. No pedimos simpatía, aunque se agradece, y el resto del pueblo de pollensa acabò dejándonos buen sabor de boca, pero sí educación y profesionalidad. Si es verdad que es la dueña es más imperdonable. A propòsito la tienda es maravillosa, nada que ver con ella.