Después de visitar los acantilados, dimos un pequeño paseo por este parque. Hay varias rutas posibles, de distintas dificultades. En el centro de información del parque te dan un mapa con las rutas. Se puso a llover y caminar por ese pedregal se hacía complicado, pues las piedras resbalaban un poco. No llegamos a terminar la ruta.

En ruta hacia los Moher cliff la excursión pasó por el Burren National Park, de apariencia inhóspita, cuasi desértica por momentos, a causa de un suelo pedregoso que hasta sugiere estar visitando la Luna. Breve parada para ver el castillo Dunguaire y una mirada de paso por bonitos poblados, como Ballyvaughan, Doolin and Lisdoonvarna. En el camino se pude hacer una parada para visitar una cueva con estalactitas que un simpático guía muestra explicando paso a paso la insólita historia de cómo fue descubierta (gracias a un niño que guardó el secreto por años). Resulta muy interesante recorrerla y conviene llevar abrigo y buen calzado pues en el interior de la roca está muy frío y el piso es resbaladizo.. Es una experiencia diferente e interesante.