La plaza tiene potencial para ser un agradable respiro en el centro de la ciudad, pero la eliminación de un monumento (no tengo idea de lo que había allí) le da al lugar un ambiente triste. Tal vez la ciudad debería colocar algo más en el espacio para que cuando mires las figuras de los cerdos no veas el pedestal vacío detrás de ellas.

Hay algo mágico en Pack Square. Realmente enfatiza la atmósfera y el espíritu de Asheville. Libertad; especialmente la libertad de expresión. Nunca estás seguro de lo que encontrarás. Es posible que las calles estén cerradas por un festival; todos son bienvenidos. Varios vendedores ofrecen sus productos, vendiendo cualquier producto que coincida con el tema del festival en particular. Tal vez un predicador que pasea buscando almas; luego hay un músico callejero cantando melodías para una donación de los transeúntes. Tal vez mujeres caminando en topless y sin llamar la atención, ya que eso es legal y aceptado en Asheville. Quizás vea a dos tipos con carteles que promueven posturas conservadoras. En otra ocasión, hay algunos liberales con carteles que defienden su perspectiva. Sin embargo, rara vez he presenciado un puño enojado o palabras fuertes en oposición. Parecían haber aprendido a estar en desacuerdo sin ser desagradables. Mucho arte, creatividad y amabilidad. Diablos, esto más que sobre Pack Square, es toda la calidez y camaradería que emana de la ciudadanía. No digo que haya una ausencia de gente malhumorada (existen), pero la amabilidad y la aceptación de las diferencias en los demás crean una comunidad amable.