La librería es pequeña pero hermosa, con una selección sorprendente de libros de excelente calidad literaria. La dueña de la librería, y quien la atiende, es una erudita muy bien predispuesta a dar consejos literarios y a atender consultas. La recomiendo, y además está ubicada en una callecita muy pintoresca que hace que valga la pena ir.

Visitar esta tiendecita fue una experiencia maravillosa, especialmente para un señor mayor que amaba a Faulkner de joven. La señora que lleva la tienda nos explicó a mi esposa y a mí que Faulkner vivió durante un tiempo en el pequeño espacio que conforma el recibidor del negocio. Nos hizo darnos cuenta de lo pobre que era el joven Faulkner. Está bien comparar esta experiencia con una visita a la mansión de Faulkner en Oxford, MS. Le sugiero al visitante que compre al menos un libro y que le pida a la propietaria que le ponga el sello del establecimiento a la contracubierta. Es un bonito recuerdo.