Fui a pasar fin de año a Cancun y mi hijo de 15 años quiso ir a montar caballo, ninguno de los dos habíamos realizado esta actividad antes… a mi hijo le tocó el caballo llamado palomino y a mi Canela, nos encantó el paseo, las guías, todo el personal está al pendiente, el veterinario, instructores, los asistentes… todos al pendiente y al cuidado, prestan mucha atención a los niños y personas que como nosotros no habíamos montado a caballo nunca, es una actividad que vale mucho la pena, me enamore además del lugar porque los caballos y los otros animalitos que hay son rescatados y son cuidados con amor… cuando regrese a Cancun volveré a vivir esa increíble experiencia, la recomiendo ampliamente… ♥️