Si algo ha caracterizado a los españoles es la fuerza que los llevaba a movilizarse cuando las adversidades se instalaban en su terruño y decidían migrar a otros países. En los siglos XIX y XX, los flujos migratorios a México, Argentina, Cuba o Venezuela, entre otros, son muy conocidos y están bien documentados. Granada no ha sido la excepción; entre 1960 y 1975, algo más de 60.000 granadinos emigraron.
Muy cerca de la estación de ferrocarril de esta ciudad se encuentra, desde julio de 2018, el «Monumento a los emigrantes». Este conjunto escultórico (presumiblemente una familia) está compuesto por un hombre que sostiene una maleta, mientras, con su brazo izquierdo, abraza a una mujer, la cual, a su vez, apoya su mano izquierda sobre el hombro de una niña. Las figuras miran hacia la estación desde la que partirá el pater familias o partirán todos ellos hacia un incierto destino. El conjunto, netamente figurativo y elaborado en bronce, es obra del escultor y profesor de la Universidad de Granada, Balbino Montiano Benítez (Cádiz, 1974). La obra se materializó gracias a la firme iniciativa de la Asociación Granadina de Emigrantes y Retornados y, en particular, de Rafael León, quien en 2008 impulsó este emotivo homenaje.
En la placa que acompaña a la escultura se le denomina, en singular, «Monumento al emigrante».