Otro imperdible de Granada. Es un complemento ideal a la visita a la Alhambra. Siempre se encontrará gente para la puesta de sol, pero vale mucho la pena. La belleza de la Alhambra, el verde de la colina que la aloja, el blanco del barrio del Albaicín, las luces de la ciudad y las cumbres de la Sierra Nevada.
Se puede llegar desde el centro de la ciudad tomando uno de los buses pequeños, subir una cuesta y caminar hasta el mirador o hacerlo todo caminando y de paso conocer el barrio del Albaicín.
En el mirador, pude ver hace un año, personas cantando y haciéndose espacio para la mejor foto. Por otro lado, es especial encontrar un espacio para sentarse y disfrutar el bello paisaje.