Tras el descubrimiento de América, durante el siglo XVI los comerciantes acostumbraban a realizar sus negocios en la zona de la Catedral, hasta que, el cabildo, harto de la situación, decidió instalar cadenas alrededor del templo para mantener las distancias. En este momento el rey Felipe II encargó la construcción del edificio como sede de la Lonja. En concreto en 1875 se decidió la creación de este espacio para la ciudad para reunir la documentación sobre la administración de las colonias españolas.
Alberga 43000 carpetas formadas por 80 millones de páginas además de unos 8000 mapas. Como curiosidad, si ordenáramos de forma lineal toda esta documentación de incomparable valor histórico, podría llegar a ocupar más de nueve kilómetros de longitud.
Se trata de un edificio emblemático y cargado de historia que merece la pena conocer. Como aliciente, la entrada es gratuita y la visita no lleva demasiado tiempo.