Fui este mes con mi familia, el parque en sí, es muy recomendable, buena atención de las recepcionistas, después es verdad que no encontramos a ningún trabajador del parque dentro. Para los niños (de 3 y 11 años) les resultó ameno, les quedó pena por la cueva debajo de una de las pirámides (pensaba que estaba habilitada la entrada). No entramos en la zona de plantas venenosas, no nos fiamos al ir con una peque de 3 años, ni a otra de las exposiciones, pero igualmente nos encantó.
Mención aparte la comida, fuimos con un brunch que nos habían regalado. La comida toda industrial, desde la tortilla (tipo la del mercadona), la bollería, la pizza estándar, de las congeladas, incluso el jugo de naranja (estuve pendiente a la máquina que tienen para hacerlo y no se usó mientras estuvimos allí, una pena, porque tenían naranjas en la nevera de al lado y hubiese sido lo más justo. Eso sí, el trato de las chicas del bar fue muy bueno y se lo agradecemos.
Sí, repetiríamos, pero, por favor, esto a los propietarios, para los precios que piden, ofrezcan productos frescos y/o de más calidad. Gracias.