Es perfecto aprovechar un día entre semana para ir a unos de los conciertos de jazz, soul o blues que programa esta sala. Ayer mismo fuimos a ver a una leyenda de la trrompeta, Eddie Henderson, y el poco aforo de la sala, así como el buenrollismo que reina, te permite charlar con los músicos sin problema antes o después del espectáculo.
MUY RECOMENDABLE