Local ochentero ubicado en calle Huertas. No falla, aquí te lo pasas genial si o si. Si te gusta la marcha y darlo todo, es el sitio indicado, recordarás viejos tiempos y no tan viejos. El buen rollo que hay entre la gente es la clave, parece una fiesta familiar con música retro. Muy majos los empleados y la DJ, intentan en todo momento que estés cómodo, aquí no hay vueltas ni ofertas extrañas, te venden lo divertido y el rollo del bar, pero si vas tempranito te invitan la segunda ronda. Igualmente los precios son normales, y las copas de buena calidad, nada de garrafón. El espacio está muy bien, pero bueno el sábado entradita la noche generalmente se pone en aforo rápidamente. Aprovechad ir temprano y acomodarse