Es un magnífico Palacio, lleno de obras de arte e históricas, Rubens, Velazquez, Goya, cause de Colón, de Fernando el Católico... Hay tal cantidad y calidad que podrían ser dignas del Prado o el Hermitage. Constantemente el guía nos preguntaba si teníamos dudas, en cada estancia.
Como puntos a revisar, no se pueden visitar los jardines, ni el delantero, de estilo ingles, ni el trasero, reservado para la familia.
También, el tiempo asignado es muy poco, vas a toda velocidad