Mi hijo de 9 años no conseguía perder el miedo a la bicicleta así que le apunté a una clase particular con Marta como monitora y aprendió en sólo un día. El segundo día fue de afianzamiento y ya sabe montar en bici perfectamente. No sólo le enseñó a llevar la bicicleta sino también a acostumbrarse a mirar a ambos lados antes de prender la marcha, a subir bordillos, cuestas,... Y todo siempre con una sonrisa y animando continuamente al niño. Mi hijo y yo hemos quedado encantados con el trato, el método de aprendizaje y con todo el equipo de profesionales pero sobre todo con Marta, que con su buen hacer desde el primer momento le dio a mi hijo la confianza que necesitaba