Abre todos los días, menos los lunes, de 11 a 21, y la entrada es gratuita.
El Centro Cultural de Carmen está situado en lo que fue el antiguo Real Monasterio del Carmen, establecido en el año 1128 fuera de las murallas árabes de la ciudad, al igual que otros conventos fundados tras la conquista cristiana. En 1356, con la nueva muralla tardomedieval, quedó dentro del perímetro urbano y fue muy importante.
Desde su fundación ha sufrido numerosas modificaciones. Tras la desamortización en1842, la iglesia pasó a ser parroquia de la Santa Cruz y el convento cambió su función para acoger el Museo de Bellas Artes. También fue sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos desde 1848 y Escuelas de Bellas Artes y de Artes y Oficios, hasta 1986. Su nueva función como museo lo salvó de ser demolido, como sucedió con otros conjuntos monacales valencianos.
Por sus aulas pasaron los mejores artistas valencianos entre los S.XIX-XX, como Francisco Domingo, Ignacio Pinazo, Joaquín Sorolla, Manuel Benedito, los Benlliure y tantos otros, y junto con ellos sus salas albergaron sus joyas artísticas.
Después de la rehabilitación iniciada en 1989 y concluida en 2011, la Generalitat lo ha convertido en centro de cultura contemporánea que acoge diferentes manifestaciones artísticas, y es además sede del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana. Como acoge exposiciones temporales, es una pena que no haya un libro acerca de la arquitectura del monasterio que hoy se mantiene, porque es francamente bonito. Únicamente hay libros acerca de las exposiciones y artistas expuestos.
Del conjunto destacan el refectorio, la sala capitular, el claustro gótico y el claustro renacentista. Hay también restos del antiguo arrabal islámico de Valencia, con una calle y parte de las viviendas, un patio y un pozo, que se pueden ver a través del suelo de cristal, junto a las escaleras y e refectorio.
El refectorio es denominado de "gótico de reconquista": sala rectangular de finales del S.XIII que sigue el esquema constructivo de arcos perpiaños y techo de madera.
El claustro gótico es un singular ejemplar de herencia cisterciense, construido entre los S.XIV-XV. Era el espacio de circulación hacia las distintas dependencias del convento, formado por bóvedas de crucería con arcos apuntados y ménsulas con animales monstruosos, figuras antropomorfas y escudos heráldicos. Tiene cuatro confesionarios muy curiosos, abiertos en los huecos de la pared este, que conectaban con la iglesia y que fueron cegados. En uno de ellos se lee la inscripción: "A 4 de julio de 1670 se cerró este confesionario que avia mas de trescientos años que estaba echo, en el cual año 1670 se renovó este claustro, por precio de mil y cincuenta libras, 1.050 L. siendo Prior el MRPM fray Sebastian Blasco ex provincial"
El claustro renacentista se proyectó en la segunda mitad del S.XVI para vertebrar las nuevas dependencias del convento necesarias para el aumento de la comunidad. Se trata de uno de los más cultos de la arquitectura valenciana del momento, ya que coincide con las láminas de tratados arquitectónicos como las "Medidas del Romano" de Diego de Sagredo. Tiene cuatro galerías con arcos de medio punto con columnas toscanas de capitel estriado. El sobreclaustro, construido por Fray Gaspar Sent Martí, está compuesto por una galería siguiendo el modelo de Sebastiano Serlio, cubierto con vigas de madera y revoltones.
Hay también una bonita escalera barroca del S. XVII, obra también de Fray Gaspar Sent Martí, que es el principal acceso al sobreclaustro, muy característica del arte valenciano del momento, con barandilla de madera, peldaños de barro cocido rojo y contrahuellas de azulejos policromados.
Si no recuerdo mal, hay entre siete y ocho salas de exposiciones, que albergan exposiciones temporales. Unas merecen la pena...otras no. Especialmente bonita es la sala Ferreres y Goerlich (nombre de los arquitectos) inaugurada en 1924, con columnas dóricas, arcos carpaneles y con lucernarios, creando un espacio muy amplio que recuerda a la galería central del Museo Del Prado.