Llegamos a Roma con el dato de este Club de Jazz, el lugar muy acogedor, intimista, ámbito ideal para el jazz, donde la música fluye y se entre mezcla con los presentes. La comida muy buena, como en toda Italia, buena carta de vino, precios razonables, velada magnifica. Esta en el perímetro del Vaticano, llegamos bien y nos ayudaron pidiéndonos un taxi al partir.