Una de las Basílicas mas antiguas de Roma, Santa Croce in Gerusaleme situada a muy poca distancia de la Basílica Lateranense de San Juan de Letrán, bien merece una visita, obligada diría yo, por las reliquias que en ella se encuentran. Santa Elena, madre del Emperador Constantino realizó un viaje a Tierra Santa, con el fin de recuperar la Cruz de Jesús en Jerusalem. Así fue, y trajo consigo uno de los leños que fueron fraccionados y repartidos por diversos lugares de culto religioso. Con ello también se encuentran dos espinas de la Corona y algunos clavos. Todo ello situado en una capilla construida para su veneración. Mi sorpresa es dada la importancia de la misma, como es posible que no figure en las visitas interesantes de Roma. La recomiendo visitar sin lugar a dudas, tanto si crees en su autenticidad o no.