El parque era grande y los diferentes obstáculos muy entretenidos. El equipamiento se veía en buen estado y de buena calidad. El staff nos acompañó durante el briefing, donde te enseñan a utilizar los diferentes ganchos. El problema vino al terminar el briefing. Las dos primeras secciones eran bastante asequibles, especialmente para aquellos acostumbrados a este tipo de parques (no tanto para los que experimentan algo así por primera vez, como fue nuestro caso), sin embargo, y aquí es donde viene el problema, es que inmediatamente terminaba la segunda sección, la dificultad de los obstaculos se multiplicó. Si la sección dos era, para un no iniciado, tal vez una dificultad de 3-4, la sección tres era 7. Lo peor de todo es que el staff te deja solo una vez terminas el briefing, y su unico consejo si no podias continuar un obstáculo era "gritar". Las personas con vértigo no pasarán un buen rato, sin importar cuanto te gusten este tipo de actividades, la diferencia de altura y de dificultad es tan repentina que no hay margen para la adaptación. Al volver después de intentar infructuosamente pasar la sección tres, en la recepción no se sorprendieron ni nos preguntaron qué había ido mal ni en qué podían ayudarnos. Posiblemente si un miembro del staff nos hubiera acompañado durante un rato más hubieramos logrado seguir el recorrido. Otro punto negativo es que la persona que nos acompañó no era capaz de darnos tips para lograr perder el miedo. Ciertas cosas nos percatamos que mejoraron la experiencia, pero fue por nuestra cuenta. Mal guía. Este parece un parque para gente más experimentada, y no lo recomiendo en absoluto para principiantes, personas con vértigo o problemas visuales.