Para cualquier aficionado a la artesanía, no a la morralla vendida como tal, este comercio es un verdadero santuario. Tiene una gran variedad de piezas de alfarería y cerámica de distintos artesanos, bordados, tallas de madera, etc. Se trata de artículos de calidad y a un precio realmente ajustado. La propietaria es una señora encantadora que explica la procedencia de las piezas, da referencia de los artesanos y transmite un entusiasmo contagioso por la artesanía de su país. Además es de agardecer lo bien que se explica en español. En resumen, una visita imprescindible para quien le guste la artesanía "auténtica".