En nuestras dos semanas en Budapest este fue nuestro mercado. Al principio nos pareció que no había muchos puestos, luego nos dimos cuenta de que algunos días de la semana abrían otros más, los sábados por ejemplo, y luego le fuimos cogiendo cariño.
Es un gran edificio antiguo, seguro que tiene más de cien años. Nosotros teníamos nuestro puesto preferido de frutas y verduras, el de queso (muy ricos todos los que compramos y además te daban a probar cada uno de los que elegías), el de embutidos (la lengua en gelatina o el jamón cocido y el salami, muy buenos) y la panadería. Y un supermercado Spar en el interior.
Además se podía desayunar y comer en un bar de la entrada de Deri Miksa utca. Comimos un día allí un rico pisto húngaro con huevos chorizo y comino muy rico.